En un contexto de expectativas alentadoras para la campaña de soja 2025/26 en las principales regiones productivas, y ante la necesidad de un manejo óptimo para que el cultivo alcance su máximo potencial, Diego Regnicoli, gerente de Desarrollo de Autógamas en la Región Centro Norte de GDM, subrayó que uno de los aspectos centrales es definir la fecha de siembra.
Según Regnicoli, se debe maximizar el potencial productivo del genotipo elegido, lo cual dependerá en gran medida del perfil hídrico de cada lote.
Asimismo, el agua útil disponible y la correcta humedad en la cama de siembra serán decisivas para lograr una implantación exitosa y un establecimiento inicial óptimo.
En paralelo, el especialista también puso el foco en la calidad de la semilla, remarcando que será fundamental contar con buen poder germinativo y vigor, parámetros claves al momento de elegir la veridad a sembrar.
Asimismo, subrayó que una buena calidad de siembra, que permita lograr un correcto stand de plantas, bien distribuido y sin competencias temporales, permitirá alcanzar un cultivo uniforme evitando resignar rinde por fallas de implantación.
En paralelo, recomendó realizar análisis de suelo previos para determinar los niveles de nutrientes como fósforo y azufre, frecuentemente deficitarios en varias zonas, además de boro y zinc, también claves para la soja.
En relación con el potenciamiento del rendimiento en suelos con limitantes, Matías Venece, gerente de Desarrollo de Autógamas en Región Centro Sur de GDM, agregó que una correcta caracterización nutricional de los lotes y fertilización ajustada a cada ambiente es una de las herramientas más eficaces.
Otro aspecto decisivo, según Venece, será la elección del genotipo más adecuado dentro del grupo de madurez correspondiente a cada planteo productivo, lo que, para él, permitirá capitalizar mejor las condiciones de cada lote.
Venece también advirtió sobre la necesidad de considerar el historial de malezas al momento de planificar las estrategias de control, ya que esto puede marcar la diferencia en la eficiencia de manejo.
Finalmente, hizo hincapié en la importancia de un monitoreo constante de las enfermedades, en particular las de fin de ciclo. Según señaló, si se cumplen los pronósticos de un verano con lluvias superiores a lo normal, estos patógenos podrían comprometer seriamente el rendimiento si no son controlados a tiempo.
Con la presente temporada en la mira, Donmario, con más de 40 años de trayectoria dedicada al mejoramiento genético de soja y trigo, presentó seis nuevas variedades que se comercializarán en 2025 a través de Sembrá Evolución.
“Con estos lanzamientos apuntamos a ofrecer herramientas de manejo clave para que los productores puedan afrontar la campaña con eficiencia y ventajas competitivas”, destacó Matías.
Entre ellas se destacan:
Para el centro y norte del país:
“Son materiales completos, con estabilidad, gran potencial de rinde, buen porte y tecnologías de vanguardia que responden a las necesidades de cada región”, resaltó Venece.
Desde Donmario insistieron en que todas estas variedades se comercializan bajo el sistema Sembrá Evolución, que ya reúne a más de 20.000 productores y, en la última campaña, alcanzó más de 3,8 millones de hectáreas sembradas.
Propiedad intelectual: Sembrá Evolución sigue creciendo y alcanzó 3,8 millones de hectáreas
Según la compañía, este modelo está transformando las inversiones en mejoramiento genético y se refleja en las nuevas variedades, ejemplos de cómo la innovación compartida multiplica resultados y proyecta futuro.
Además, anunciaron el prelanzamiento de la campaña de Hectáreas Tecnológicas, con precios diferenciales para quienes concreten su compra antes del 30 de septiembre.